NARCISO
Existe una clase de amor que, aunque más egoísta, no se puede olvidar: el que uno siente hacia sí mismo. Curiosamente, el hombre ha sido más coqueto que la mujer. Allá por el siglo XIX sólo los barberos poseían un verdadero espejo, y por supuesto, era para uso masculino. De ahí que la mitológica represente este sentimiento en la piel de un varón, Narciso. Cuenta la leyenda que Narciso | |
poseía tal belleza que traía a las ninfas de cabeza, prácticamente todas suspiraban por él. Lejos de corresponder estos sentimientos, Narciso era insensible al amor y las despreciaba sin vacilar. De todas ellas, la ninfa Eco era la que más sufría por su rechazo... A ella le dedica los siguientes versos:
Narciso: Aborrecida Ninfa, |